viernes, 15 de febrero de 2013

Causa AMIA: el gobierno y la oposición patronal continúan encubriendo la responsabilidad del Estado argentino



El Memorándum de Entendimiento por la causa AMIA firmado entre el Gobierno argentino e Irán ha desatado una fuerte polémica entre el oficialismo y los distintos partidos de la oposición patronal. Estos últimos rechazan el Memorándum en base a la visión de la causa dada por el escandaloso dictamen del fiscal Nisman en 2006, quien a partir de supuestas “informaciones” de testigos encubiertos y “datos” proporcionados por los servicios de inteligencia de EE. UU. (la CIA) e Israel (Mossad) acusa a funcionarios del Gobierno de Irán como responsables del brutal atentado que se cobró la vida de ochenta y cinco personas hace ya casi diecinueve años. Las supuestas pruebas contra los iraníes acusados de tal crimen son completamente endebles y estuvieron al servicio de la política conjunta de EE. UU. y el Estado sionista de agresión contra Irán. Tal es así que Argentina tuvo que indemnizar al exembajador iraní en nuestro país, H. Soleimanpour, que fue detenido en Londres en 2003 a pedido del juez Galeano y de Interpol y absuelto por la justicia londinense por falta de pruebas.
En el caso del fiscal Nisman son archiconocidas sus “relaciones carnales” con los funcionarios de la embajada norteamericana. La UCR, el PRO y el FAP (el Peronismo Federal seguirá muy probablemente el mismo camino) han adoptado básicamente el punto de vista del ultraconservador Gobierno israelí, que presionó a la dirección de la AMIA y la DAIA para rechazar el Memorándum, cuando en un principio habían mostrado conformidad con el mismo. Por su parte, el kirchnerismo en todos estos años sostuvo esta misma tesis, contribuyendo a la política de utilizar la causa AMIA a favor de la política imperialista y sionista de demonizar a Irán transformándolo en el “eje del mal”. El viraje que expresa el Memorándum, que cristaliza negociaciones con el régimen iraní que vienen de hace aproximadamente un año, tiene que ver no solo con un alineamiento argentino con la política exterior brasileña (que junto con Turquía tiene una política de acercamiento a los iraníes por su propio interés de transformarse en potencias atómicas), sino de todo un sector del Gobierno de Obama que ante la convulsiva situación existente en Medio Oriente y el golfo Pérsico a partir de la “primavera árabe” y los traspiés estadounidenses en Irak y Afganistán sostiene la necesidad de una política dialoguista con Teherán, a la vez que se mantiene la presión internacional y el aislamiento del régimen por la vía de sanciones económicas. En este sector se encuentran el vicepresidente Joe Biden, el nuevo secretario de Estado John Kerry y el secretario de Defensa Chuck Hagel, por lo que no puede descartarse que el Memorándum haya contado con la venia de un ala del propio imperialismo estadounidense, que en este punto difiere de la política del Gobierno israelí de Netanyahu de forzar un ataque militar contra Irán.
Más allá de los argumentos dados por el Gobierno y la oposición patronal, lo cierto es que aunque hablen de “hacer justicia” ambos sectores acuerdan en preservar el encubrimiento del Estado nacional respecto del crimen, algo que reconocieron en su momento los propios Kirchner. En vez de concentrarse en la llamada “conexión local”, la causa judicial fue direccionada hacia la “pista iraní” porque avanzar por aquella vía hubiera llevado a demostrar la implicancia de sectores del aparato represivo del Estado local en el atentado, algo que todos los Gobiernos trataron de evitar en estos años, incluidos los Kirchner. Si no fuese así hubieran abierto los archivos de la Secretaría de Inteligencia (ex-SIDE), desde donde se instrumentó la política de encubrimiento, y hubiesen permitido la formación de una comisión investigadora independiente que permita conocer la verdad sobre el atentado. Por eso el Memorándum no es un camino hacia la verdad de lo ocurrido, sino un eslabón más en la cadena del encubrimiento de la complicidad estatal con este hecho.
Nuestro partido ha condenado desde un principio el brutal atentado cometido en la sede de la AMIA. Hemos denunciado también la instrumentalización de la causa judicial al servicio de los intereses del Estado sionista y del imperialismo yanqui. La acusación que hacen a Irán de ser un “Estado terrorista” es completamente cínica e hipócrita, sobre todo cuando proviene de Estados que consideran legal el uso de la tortura y recurren sistemáticamente al asesinato sin juicio previo de opositores y emplean el terror contra aquellos a quienes oprimen, como hace Israel con el pueblo palestino, expulsado de gran parte de su territorio histórico, o EE. UU. en todo el mundo. Por eso defendemos a Irán de toda agresión imperialista sin que esto signifique el mínimo apoyo a su Gobierno y al régimen islámico, que oprime a su propio pueblo. A su vez, la negación del genocidio perpetrado por los nazis que realiza el presidente iraní no solo lo lleva a compartir este planteo con la extrema derecha racista, sino que le da herramientas a los sionistas para justificar su opresión contra el pueblo palestino y su agresión contra Irán. Frente al encubrimiento de la complicidad estatal en el atentado, que defienden tanto el Gobierno como la oposición patronal, exigimos la apertura de los archivos de la SI y todas las agencias nacionales de inteligencia implicadas y la conformación de una comisión investigadora independiente.

PTS - Partido de los Trabajadores Socialistas

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